Benteveo, bichoo... feoo...
Pichón ya crecido caído del nido luego de una tormenta
El benteveo, bichofeo o pitogüé, (Pitangus sulphuratus) es un pájaro americano de la familia de los tiránidos. El macho y la hembra son muy similares y comparten la tarea de construir el nido. Su grito agudo y prolongado da origen al nombre común onomatopéyico que lleva y que varía según las diferentes regiones donde habita.
En Buenos Aires es uno de los pájaros más comunes que podemos observar 
Se ha adaptado a muy diversos ambientes: bosques, praderas, márgenes de ríos, arroyos y cuerpos de agua menores, orillas de esteros, bañados, costas y playas marinas, áreas de cultivo agrícola y forestal, así como pueblos, parques y jardines urbanos. Con frecuencia, puede verse sobre los árboles de plazas en grandes ciudades. Habita desde el sur de Texas y México hasta Uruguay y el centro de Argentina.
Mostrando su corona oculta

Descripción física
Mide entre 21 y 26 cm de largo. Tiene cabeza grande, alas largas y patas cortas. El pico es tan largo como la cabeza y termina en forma de gancho. El lomo y la cola son de color pardo verdoso. La cabeza es negra con dos franjas blancas a modo de cejas y garganta blanca, lo cual le da el aspecto de tener antifaz y boina negros. El pecho y el abdomen son de color amarillo vivo y tiene una corona oculta del mismo color. Pese a su aspecto grave, es un pájaro pacífico, que solo se muestra agresivo en la defensa de su nido.

Su nido

El nido es de aspecto desordenado, voluminoso y esférico, construido con pastos secos y recubierto externamente por pajas largas, trapos e incluso bolsas. Lo construye en lo alto de los árboles. Nunca los encontré en un arbusto o rama baja (a diferencia de los zorzales y palomas)

"Frente a mi ventana hay una enorme araucaria y casi en la punta del árbol un nido de benteveos que año tras año es construido en el mismo lugar. La pareja ya sacó adelante un par de pichones que se ven bastante grandes, casi del tamaño de los adultos pero con la cola más pequeña.  Los veo en la entrada del nido repitiendo incansables unas notas de reclamo algo monótonas exigiendo la atención de sus padres. Estos no están muy lejos. A veces posados sobre una rama cercana, otras regresando con algún bichito que capturaron. Son pájaros muy comunes en los jardines de nuestra ciudad.”
Cuaderno de naturalista 3 de enero de 2010

Alimentación
La alimentación del benteveo se basa en todo tipo de invertebrados, como larvas, lombrices, e insectos que caza volando, y la complementa con algunas frutas, como uvas e higos, (se atribuye a los benteveos la participación en el transporte y la diseminación de semillas de ciertos vegetales. Así sucede, por ejemplo, con el laurel, el ligustro, el tala y otros, cuyos frutos son ingeridos por el benteveo; de este modo sus semillas serían deyectadas luego en otras zonas). Además se alimenta de pequeños roedores y reptiles, e incluso peces, a los que pesca de manera muy similar a la del martín pescador, llevándolos hasta una rama y matándolos a golpes que da contra ella, (recuerdo haberlo visto con un pececito dorado, en su pico que había pescado en la fuente del jardín y luego de atontarlo a golpes se lo tragó).  
Dibujo del benteveo hecho por mi sobrino Santiago

Reproducción
El benteveo tiene un período de reproducción que comprende de la primavera al verano, siendo su madurez sexual a los 12 meses de vida. Pone de 2 a 5 huevos por postura, realizando 3 o 4 posturas por temporada. La incubación dura 13 días, y los pichones pueden separarse a los 35 días de nacimiento. En los últimos años, debido quizás al cambio climático, tuvimos varias tormentas fuertes. Vi muchos huevos y pichones caídos de los nidos, incluso de benteveo.
“Una mañana que caminaba por una hermosa calle arbolada de Colegiales me sorprendió cierto alboroto entre los árboles. En la copa de un plátano una pareja de benteveos emitían su estridente canto de alarma. Cerca de ellos estaba el nido, redondo como una pelota de paja. Dirigí mis ojos al piso, porque desde allí escuchaba otros reclamos. En el empedrado de la calle había un pichón de benteveo, del tamaño de un adulto, solo que su cola se veía algo pequeña. Aún no podía volar bien y se trasladaba a los saltitos mientras emitía un grito que era respondido por los mayores. Al descubrir mi presencia se escondió debajo de un auto estacionado. El viento seguía moviendo las ramas de los árboles, como anoche que habíamos tenido tormenta.”
Cuaderno de Naturalista 29 de Enero de 2012

Cría en cautiverio
Es raro encontrado en cautiverio, pero sí es posible su reproducción en este estado, utilizando jaulas grandes de mimbre y evitando el contacto con otros pájaros, sobre todo en época de celo. La alimentación adecuada está basada en frutas como las moras, los higos, la manzana, etc. (pero no naranjas ), y complementada con insectos y gusanos de todo tipo. Precisa una jaula reproductora de 150 cm de largo, 100 cm de alto y 100 cm de profundidad.
Reclamando la atención de sus padres

Su canto

Su canto ruidoso y chillón es su principal característica. Son frecuentes en primavera y verano los duelos de canto, en los que intervienen varios individuos, frenéticamente. Las parejas mantiene cohesión a distancia con vocalizaciones de contacto, alternadas como en respuesta uno "fuiii" otro, "feeh". Cuando ambos se reúnen en un mismo sitio se desencadena gran alborozo, con batir de alas, crispado de las plumas de la cabeza, algún castañeteo de pico, todo como preámbulo de la descarga de canto a contrapunto: "wit-wit-wit..tiófeu.wit-tiófeu.wit-tiófeu". Algunas veces el contrapunto tiene como fondo de base un tenue “matraqueo”, bajo y prolongado. Otro matraqueo, en este caso muy fuerte, suele acompañar persecuciones y revoloteos en disputas vinculadas a la reproducción. 

Si vives en América seguramente lo conocerás. Quizás podrías buscar su nido, ver dónde está construido y hacer en tu cuaderno de campo anotaciones y dibujos. Y si deseas puedes enviarlo al blog y aquí lo publicaremos.
¡Hasta la próxima!
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